No puedo creerlo, estoy escuchando rosa de sanatorio; ¡Rosa de sanatorio!! Dios os bendiga, y Zeus, y Alá y quien haga falta que os colme de bienes!. Tierno adolescente era yo y es mi gran mito de la radio clandestina entre las sábanas en noches de insomnio con inminente madrugón colegial. Ha seguido todos estos años yendo y viniendo por mi cabeza; solo llegué a encontrar una referencia en una dedicatoria de un disco de Tijuana in Blue. Desde entonces me preguntaba dónde estaría aquel programa que tanto me fascinó y me reveló, si saberlo entonces, aspectos insólitos de la vida en las palabras. Y así conocí Radio 3, y así me fascinó la radio y aquí estoy; 30 años y muchas felicidades más.
Miércoles 1 de julio de 2009